Tito Rodríguez cumpliría 100 años

Un  4 de enero de 1923 nació en Santurce una de las estrellas de la música más recordadas por su hermosa voz y una llamativa presencia escénica que lo elevó a lo más alto del firmamento musical, tanto en Puerto Rico, como en varios países de Latinoamérica y algunas ciudades en Estados Unidos: Tito Rodríguez.

Según la Fundación Nacional para la Cultura Popular, desde muy joven Pablo “Tito” Rodríguez Lozada manifestó interés con todo lo relacionado con sonidos musicales, que lo ayudaron a desarrollarse en un ambiente repleto de música, donde su voz se convirtió en su mejor instrumento. De hecho, a los 13 años firmó su primer contrato con una empresa americana y comenzaron a oírse sus primeras grabaciones como cantante.

Unos de sus primeros viajes profesionales que el artista puertorriqueño dio a los Estados Unidos lo realizó junto con el famoso Cuarteto Mayarí, como parte integrante del grupo, donde alcanzó resonado éxito. Pasó más tarde a trabajar junto al maestro Noro Morales y su gran orquesta con quien se convirtió en una figura artística de atracción popular. Fue así que luego Enrique Madriguera lo contrató para su famosa banda. De la misma forma, Xavier Cugat, que gozaba de gran popularidad con su orquesta de ritmos latinos, se interesó por Tito, y logró unirlo a su famosa agrupación.

Como artista de superado talento, y queriendo lograr el sueño de crear su propia orquesta, dedicó muchos años de estudios a la música mientras actuaba en Nueva York. De hecho, Rodríguez estudió música con el profesor Moe Goldenberg y, en 1952, ganó mención de honor del “Century Conservatory of Music of New York” como intérprete de un estilo definido y propio de la música latinoamericana. De la misma forma, su orquesta obtuvo por dos años consecutivos el Gran Trofeo Anual otorgado por el diario “La Prensa”.

Según la información de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, en las temporadas bailables del famoso club “Palladium”, alternó con las renombradas bandas de José Curbelo, Noro Morales, Tito Puente, Frank “Machito” Grillo con Graciela, Charles Palmieri, Arsenio Rodríguez, la Sonora Matancera y otras famosas orquestas que venían de Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Colombia y Venezuela, cuando los ritmos del mambo, cha-cha-chá y el merengue estaban en pleno furor en Nueva York.

Cuando el rock comenzó a dominar las ondas hispanas por medio del movimiento de la Nueva Ola, Tito dio un salto al bolero, grabando uno de sus grandes clásicos interpretativos: “Inolvidable” del compositor cubano Julio Gutiérrez.

A raíz de su éxito en esta nueva etapa, Rodríguez tuvo un periodo de grabaciones con la orquesta de Leroy Holmes con la que produjo aciertos como “Un cigarrillo, la lluvia y tú”, “Ya son las doce”, “Llanto de luna”, “En la oscuridad” y “Tu pañuelo”, entre otros.

A mediados de la década de 1960, pasó del sello UA Latino a Musicor para quienes grabó numerosos éxitos, así como produjo grabaciones para el cuarteto Los Hispanos, Los Montemar y el cantante Teddy Trinidad.

Posteriormente, regresó a Puerto Rico donde se convirtió en atracción de los exclusivos centros nocturnos de hoteles del área metropolitana. En 1970 inició un ciclo de producciones televisivas para la entonces cadena Rikavisión. En “El Show de Tito Rodríguez”, los televidentes tuvieron la oportunidad de disfrutar de lo más granado del talento internacional, que incluyó la participación de figuras como Sarah Vaugh, Shirley Basey, Tonny Bennett y Sammy Davis Jr., entre otros, quienes actuaron como artistas invitados a su programa del Canal 7.

En esta última etapa de su carrera, Rodríguez se convirtió también en uno de los primeros cantantes nacionales en producir sus propios discos. Fundando la casa TR, el intérprete boricua legó a la discografía internacional clásicos como “Don fulano”, “Amar no es sólo sexo” y “En la soledad”.

El 28 de febrero de 1973 Rodríguez murió de leucemia, luego de haber sido diagnosticado dos años antes. A pesar de su condición, el artista se mantuvo presentando en espectáculos musicales hasta varios días antes de su muerte.

Recordado por Danny Rivera y Humberto Ramírez

Para resaltar la trayectoria musical de Rodríguez, los artistas puertorriqueños Danny Rivera y Humberto Ramírez conversaron con EFE y destacaron el balance musical del también intérprete de “Tiemblas”, como percusionista, director de orquesta y cantante, influenciadas por la música cubana.

Rivera y Ramírez conocieron en persona a Rodríguez, aunque el primero fue quien tuvo mayor aproximación cuando cantaba con la orquesta de César Concepción y el legendario cantante se presentaba como solista en un antiguo hotel en Puerto Rico.

”Lo vi con su traje, medias impecables, todo combinado, zapatos finos y su porte de un individuo clásico que hasta parecía que caminaba por el aire”, recordó Rivera.”Era un tipo muy especial. Nos llegamos a saludar. Yo era un muchacho mucho más joven y soñando con ser artista, aunque ya había alcanzado cantar con una de las orquestas más famosas de aquel entonces en Puerto Rico”, continuó contando.

Ese encuentro de Rivera le “marcó para siempre”, admitió, pues cuando Rodríguez empezó a tener éxito, “yo empecé a acercarme a su música, principalmente cuando empieza a cantar los famosos boleros y a pegar en Latinoamérica”. ”Con su ‘Inolvidable’, Tito Rodríguez se transforma en un ‘crooner’ (cantante melódico) al estilo de Frank Sinatra”, describió.

Respeto y disciplina

Por su parte, el músico Humberto Ramírez, adelantó a EFE que su presentación de la próxima edición del “Puerto Rico Jazz Jam” se la dedicará a Rodríguez con su acto “Cien años del inolvidable”, que incluirá canciones románticas, con el objetivo de seguir recordando a uno de los artistas más emblemáticos en Latinoamérica. ”Estamos hablando de una de las figuras más importantes a nivel de músico visionario como cantante e intérprete y que desarrolló su estilo propio”, dijo.

El trompetista también resaltó de Rodríguez su respeto, profesionalismo y disciplina en su orquesta, “como ahora muy pocas veces se ve por su comportamiento en tarima y vestimenta”, y porque además, “escogía buenos compositores y arreglistas, lo que le permitía un sonido único en la música que hizo”.

Rivera y Ramírez reconocieron, además, que la música de Rodríguez hay que mantenerla vigente, y que gracias a otros artistas como el salsero Gilberto Santa Rosa, quien vive en una antigua residencia del legendario cantante, le profesan respeto y admiración al famoso intérprete de “Inolvidable”.

Elnuevodia

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