Son pocas las personas que tienen la gracia, la energía y el carisma de don Rafael Ithier, fundador y director de El Gran Combo de Puerto Rico. La mera presencia del músico es suficiente para que las personas se contagien con su alegría. “Don Rafa, saludos”, “Don Rafa, se ve muy bien”, “Dios lo bendiga, don Rafa’”, son algunos de los comentarios diarios que recibe y que acepta con humildad.
No hay saludo que niegue, al contrario, estrecha la mano con simpatía y humildad a cada persona que se le acerque. A sus 95 años, que cumplió el pasado 29 de agosto, esta institución musical sigue como aquel muchacho que comenzó en la música en la década del cuarenta.
La clave para llegar a esta edad con esa felicidad contagiosa y en salud, la ofreció el propio artista este pasado martes en un aparte con este medio, luego de la conferencia de prensa de La Campechada, donde este año estará participando El Gran Combo de Puerto Rico. Allí, algunas personas aprovecharon para celebrarlo una vez, cantándole la letra de cumpleaños puertorriqueño.
“Me siento medio reventao, pero pa’lante, bien pa’lante”, expresó con su característico sentido del humor, para luego enumerar algunas de esas cosas que le han ayudado para tener salud.
“Yo pienso que (la clave es) ser un poquito responsable, cuidarse lo más que uno pueda y entender que aquí estamos presta’os. Creer mucho en Dios y quererlo mucho y adorarlo mucho. Saber que hay un ser superior, que es el que nos rige”, dijo.
Al preguntarle cómo ha celebrado estos 95 años -que también festejó el pasado agosto en el Coca Cola Music Hall donde se presentó en concierto El Gran Combo- dijo que en familia, comiendo bizcocho, arroz con bacalao, yautía y con uno que otro traguito. “Fue corto, pero me lo di”, confesó.
¿Y de qué era ese traguito?, se le preguntó. “De qué… del ron de la tierra, del ron de la tierra. A mí me regalaron eso, sí señor”, respondió entre risas.
Ithier agradeció una vez más a Puerto Rico y al mundo por todo el cariño brindado durante todos estos años y aseguró que la música ha sido y seguirá siendo su mejor medicina.
“Eso es parte de mi vida. Eso y un poco de arroz con habichuela”, cerró con otra larga carcajada que dejó saber que hay Rafael Ithier para rato.
Mariela Fullana Acosta