Viva la semilla de Mañengue: » Fue el mejor mentor que pudo tener Giovanni»

La dicha de que, tras la muerte, permanezca viva una semilla, es lo que convierte en leyenda de la percusión a José “Mañengue” Hidalgo.

El conguero, también padre de Giovanni Hidalgo, falleció el domingo a los 79 años.

El trompetista Humberto Ramírez consideró a Mañengue “un padre, porque era uno de los mejores amigos de mi papá, él me vio nacer, fue a la escuela y estudió con mi mamá, son como familia”, contó a EL VOCERO.

“Mañengue se convirtió en un percusionista conguero, o timbero como le dicen, único en su clase, un estilo único y lo demostró cuando fue parte de las agrupaciones importantes a las que perteneció, especialmente en la época gloriosa de Richie Ray y Bobby Cruz, en muchas de sus grabaciones importantes el conguero es Mañengue. Desarrolló muchas técnicas para el tambor y además fue el mejor mentor que pudo tener Giovanni como percusionista desde que era un niño, porque él nació con ese don de tocar el tambor y (su padre) lo llevó de las manos”, repasó Ramírez.

Igualmente, destacó que “Giovanni siempre estaba pendiente de él, fue un gran hijo. Él me dijo: ‘yo espero haber sido un buen hijo’ y yo le digo: ‘muchacho, de eso soy testigo, no tienes ni que dudarlo’… Eso le dio vida, salud espiritual y emocional a Mañengue”, aseguró el trompetista.

El fallecimiento del músico ocurrió en Culebra, donde residía. Aunque sucedió desprevenidamente, “sospechamos que fue por causas naturales. Tuvo un percance de salud hace como dos años del corazón, pero después lo trataron en el hospital y salió bien. Lo encontraron en su cama acostado, aparentemente se fue tranquilo. Vivía en un hogar, como si fuera una égida para personas mayores”, explicó el portavoz de la familia. Se espera que los restos de Hidalgo sean trasladados a San Juan para un velatorio en la sede del Instituto de Cultura Puertorriqueña.

 

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