El público llegó temprano al Viejo San Juan y lo esperó horas antes de su presentación. Ya Willie Rosario había dejado la pista caliente con un excelente espectáculo y el sol aumentaba el sudor de miles de personas que abarrotaron la Plaza del Quinto Centenario y cubrieron escaleras y barandas en espera de la presentación en la tarde del domingo de un ídolo mundial de la salsa, Andy Montañez.
El sol salió rabioso luego de un aguacero poco después de mediodía. Poco a poco, la brisa de la tarde calmó el calor, más de la mitad de la plaza quedó en sombra y el locutor radial Alí Warrington apareció en la tarima para hablar brevemente de la trayectoria de Andy y presentar de manera fogosa y entre aplausos al Niño de Tras Talleres.
Y así entre gritos y bullas de la fanaticada, cinco minutos después de las cinco de la tarde sonaron los primeros acordes de una orquesta bien afincada con 11 músicos y Montañez entró al escenario bailando para interpretar sin pausa los temas “Payaso”, “Hojas blancas” y “Julia”. Desde el saque, el público se tornó en un coro gigante que no cesó de cantar y bailar junto a uno de los artistas más queridos de la música tropical latinoamericana y caribeña.
Tras saludar al público, Andy se colocó las manos en la cabeza, hizo gestos de asombro y leíamos en sus labios un “está lleno, está lleno” que el artista emocionado no conseguía siquiera verbalizar en voz alta. Pero su voz está entera. Cantó como en sus mejores tiempos y tiraba sus pasos de baile, aunque la mayoría del tiempo interpretó sus temas erguido en calma frente a la orquesta.
Pero solamente su postura parecía quieta, él no. Constantemente animó con voz potente al público que respondió fiel a sus pedidos de manos arriba, bullas y el famoso grito del alma del pueblo peruano del puerto de Callao, ¡Chimpum Callao! Por cierto, una bandera de Perú ondeó activamente durante todo el espectáculo en manos de fanáticos frente a la tarima.
Andy arrancó los aplausos más fuertes escuchados en esa tarima principal en los cuatro días de celebración de las Fiestas de la Calle San Sebastián 2023, en las que fue uno de los homenajeados. Cantó “Casi te envidio”, “Me gusta” y luego pasó el micrófono a su hermano menor Rey Montañez, quien interpretó “El Barbero Loco” mientras Andy pasó a los coros.
El sonido en esa tarima estuvo muy bueno en todas las fiestas, alto y sin distorsión. Llamó la atención que la decoración de la tarima fue más sencilla que en otras ocasiones y el telón de fondo, usualmente ligado a los símbolos tradicionales de las Fiestas, fue sustituido este año por una pantalla LED con fondos a veces alusivos a anuncios casi políticos o símbolos modernos no necesariamente asociados a la música de Montañez.
Andy aprovechó el relevo luego de que el benjamín de su familia cantara para hacer referencia a su padre Andrés Montañez y su madre Celina Rodríguez, quien –según el artista– cumple 103 años en febrero. En ese tono casi nostálgico, interpretó “Vagabundo” y tarareó muy brevemente “La Perla” a capela antes de proseguir con el “El swing”, donde resaltó un duelo fogoso entre los trompetistas de su orquesta.
Los cabezudos hicieron su entrada detrás de la tarima junto a la compresa de Agua, Sol y Sereno, dirigida por el artista y profesor Pedro Adorno. Eran casi a las seis de la tarde y Andy los saludó, mientras el propio Adorno en zancos bailó con otra de las integrantes de la agrupación frente a la tarima entre el público, avivándolo aún más.
El penúltimo tema en sonar fue “Te voy a enseñar” y justo después casi estalla en gritos la audiencia cuando escuchó el toque de plena de “¿Quién no se siente patriota?”. En medio de la canción, reapareció Alí Warrington para moderar el homenaje, que casi se empaña por un masivo abucheo al alcalde de la Ciudad Capital, que el propio Warrington salvó al felicitar a Andy Montañez, llamar a tarima a los cabezudos, Adorno y permitir que el alcalde rindiera el debido homenaje a Montañez “por llevar el nombre de Puerto Rico en alto”, a lo que Andy añadió “donde tiene que estar”.
Entre el público aparecieron banderas de Puerto Rico de todos los tamaños y azules, y hasta la pantalla de la tarima mostró una enorme bandera ondeante que aportó al aplauso masivo del cierre de una presentación que reconfirma que estamos orgullosos de Andy Montañez, un profeta en su tierra.
Andy volvió a repetir la plena y se retiró del escenario rápido después para cumplir con otro compromiso profesional.
Fundación Nacional para la Cultura Popular