Culminó rodaje de la película inspirada en el Joe Arroyo

El tercer largometraje de José Luis Rugeles, producido por Rhayuela Films, e inspirado en la vida del Joe Arroyo, inicia etapa de postproducción tras cuatro semanas de rodaje.

Beneficiaria del FDC, es la primera película sobre el cantante colombiano, protagonizada por Jhon Narváez, Angie Cepeda y el argentino Martín Seefeld.

En una habitación de hotel en Nueva York, el Joe, cantante, compositor y genio, que con su música tropical y su singular voz logró congregar a grandes multitudes, continúa con el camino de un artista para quien viajar se ha convertido en sinónimo de alienación.

Huye con el amor de su vida: su pipa de crack, con su música y Umo, su manager y amigo. Tras un portazo, enfermo y cansado, se encierra en un hotel de mala muerte para grabar el álbum de su vida. Un portazo más, y el Joe cierra las cortinas de un cuarto de hotel en Bogotá; hay cosas de mujer tiradas por todas partes. Estuvo esculcando celoso y paranoico, seguro de que Mary, la musa de su inspiración, le está siendo infiel. Muere tres veces, como el que quiere morir, dejando rastros, bañeras abiertas, y canciones inconclusas.

El Joe y sus músicos emprenderán juntos este viaje psicodélico por varias habitaciones de hotel. Rebelión es el retrato de un genio en lo más profundo de su intimidad, el pálpito de un alma enamorada y atormentada por ese gran amor: la música. Es un viaje atemporal por su vida, transitando el lugar oscuro y solitario donde sucede el acto creativo, donde su talento está a flor de piel y sus emociones son libres, al igual que sus caprichos. La historia transcurre en cuartos de hotel, rebosados por el caos y la genialidad del Joe. Un cuarto de hotel que son muchos y que, a su vez, contiene la agonía del genio que sabotea todo lo que ama para seguir siendo libre.

La película es al mismo tiempo retrato de uno de los músicos más relevantes de la salsa en Colombia, y exploración personal del director sobre la estrecha relación entre locura y genio creativo.

“El Joe y yo compartimos muchas noches de fiesta. Su música, su noche y la mía se entrecruzaron como si fueran una cita previamente acordada. Quiero encontrar al virtuoso en una intimidad donde la especulación es la forma para intuir y construir su magia; ese genio noctámbulo que no se soporta a sí mismo, anulando el compromiso del amor como si no sintiera y exacerbando el sentido de la vida como un eterno y agónico sufrimiento. A pesar de eso su música sobrevive a él mismo. La película se cuenta entre el tiempo y el espacio, distanciándose de lo anecdótico, cercano al humano, buscando en la penumbra y la soledad. Los cuartos de hotel, impersonales, estándares y vagos; son la forma que encuentro para evidenciar el desarraigo”, aseguró el director José Luis Rugeles.

El Joe, uno de los intérpretes de mayor relevancia en la historia musical de Colombia en el siglo XX, autor de canciones como Tania, Mary y Centurión de la noche, murió anticipadamente en 2011, a los 56 años, tras una vida llena no solo de gloria musical, sino de altibajos y excesos.

El Joe se dio a conocer en la década del 70 al formar parte del grupo de Julio Ernesto Estrada, mejor conocido como Fruko, una figura importante en la escena musical de aquellos años; junto a él el Joe inmortalizó canciones como ‘El caminante’. Después, formó su propio grupo llamado La verdad, con el cual tuvo una importante trayectoria que le mereció los premios más importantes de la región, como los otorgados por el Carnaval de Barranquilla.

Inspirado en el libro ¿Quién mató al Joe? del escritor Mauricio Silva, Rebelión es el tercer largometraje como director de José Luis Rugeles (García, Alias maría), escrita junto a Chucky García y Martín Mauregui.

Se grabó en Bogotá en escenarios como el Hotel de La Ópera, y el Hotel y Residencias Tequendama, además de una casa-estudio con más de 10 sets escenográficos.

La película, que tiene previsto su estreno para el 2022, inicia un proceso de cerca de seis meses de postproducción musical, sonora y visual, según indicó Durán. El título es tomado del nombre de la canción de mayor éxito en la discografía del Joe Arroyo, ‘Rebelión’, considerada como un himno de la raza negra y un grito que alude a la emancipación de los esclavos en la Cartagena del siglo XVII./Colprensa.

Así fue su vida 

Voz inconfundible en América Latina, estrella mundial de la salsa, Joe Arroyo fue el gran héroe de la música folklórica contemporánea en Colombia. Cantar siempre fue su camino, escogido por él, uno de los treinta y nueve hijos que tuvo su padre con distintas mujeres.

Álvaro José Arroyo González nació en Cartagena el 1° de noviembre de 1955. Sin educación musical, y luego de cantar en el coro del colegio, fue convocado por Rubén Darío Salcedo, quien lo bautizaría como “Joe”, para hacer parte del Súper Combo Los Diamantes. Luego pasó a la orquesta La Protesta y al poco tiempo pasó a la banda salsera de Fruko y sus Tesos, donde estaría casi diez años.

Joe Arroyo grabó con otros grupos, como The Latin Brothers, Pacho Galán y con Los Titanes, La Sonora Guantanamera, Wganda Kenya y Afrosound, entre otras. Luego de su paso por la orquesta de Fruko, el Joe hizo su lanzamiento como solista con su orquesta La Verdad y en 1986 graba su tema “Rebelión”, una de sus canciones más importantes, que relata la tragedia de la esclavitud en América Latina. También grabó importantes canciones salseras, como “Mary”, “Yamulemau”, “En Barranquilla me quedo” y “Pa’l bailador”.

El Joe se consolidó como uno de los ídolos de la música colombiana, con un sonido único que nadie podía imitar y una popularidad que solo podía ser disputada por el Grupo Niche, la orquesta dirigida por Jairo Varela. Sin embargo, el cartagenero marcaba una gran diferencia musical, pues también hacía de sus canciones una combinación de ritmos caribeños y africanos; mezcla que después sería bautizada como “Joeson”.

Además de sus ritmos llenos de personalidad, el Joe tenía otro sello único: el caballito, esa contracción de la garganta que sonaba como el relincho de caballo y que era tan particular en sus canciones. Todo esto hizo de Álvaro José Arroyo González un artista irrepetible. Por eso el día de su muerte, el 26 de julio de 2011, una multitud acompañó la caravana para decirle adiós a este grande del Caribe colombiano.[1]

CANTANTE CALLEJERO 

Con solo ocho años debuta en público y en las calles aprende de forma autodidacta a mejorar los registros de su voz escuchándola al cantar por medio de un tarro. Integra el coro de la Catedral a los doce, pero como cualquiera en los barrios humildes de Cartagena, se ve obligado a ganarse la vida antes de llegar a ser adulto.

COMIENZOS COMO PROFESIONAL 

Entre ron y prostitutas las noches de La Tuerca, el lugar donde empieza a darse a conocer, le sirven para ganarse una reputación como cantante. Al poco tiempo consigue su primer trabajo profesional como voz de Los Corraleros de Majagual y en 1971 toma rumbo hacia Barranquilla.

 

CANTANTE DE ORQUESTA 

Con La Protesta, la primera orquesta en reclutarlo, empieza a formar su estilo bajo la influencia de Richie Ray y Bobby Cruz, la salsa más dura de aquél entonces.

 

FRUKO Y SUS TESOS 

Un antiguo músico de Los Corraleros de Majagual, Ernesto Fruko Estrada, funda su propia agrupación comenzando la década de 1970, después de ver con sus propios ojos la gestación de una nueva escena de la salsa impulsada por el sonido de La Fania desde Nueva York. Joe Arroyo se convierte en uno de los cantantes de Fruko y sus Tesos, la orquesta insignia de la salsa colombiana en el momento, la única en ser invitada a participar en la propia Fania All Stars, proyecto que finalmente nunca se logra llevar a cabo.

CARRERA SOLISTA 

A su salida graba un disco con otro conjunto legendario de la época, The Latin Brothers, y en 1981 funda su primera orquesta: La Verdad.

PROBLEMAS DE SALUD 

Varias veces a mediados de la década de 1980 se le dio por muerto al ausentarse de los escenarios forzosamente por graves inconvenientes de salud. Recuperado de sus problemas y alejado de adicciones como la cocaína, Joe Arroyo regresa con más fuerza que nunca como intérprete y compositor con el álbum Fuego en mi mente de 1989, que incluye una colaboración del pianista Chelito de Castro.

PREMIO CONGOS DE ORO 

En Colombia, después de ganar sucesivamente como nadie antes Congos de Oro, galardón que se otorga a los mejores músicos en el Festival de Orquestas del Carnaval de Barranquilla, los organizadores se vieron obligados a crear solo para él un premio nuevo, el SuperCongo de Oro, para que otros también pudieran ganar la distinción habitual.

SU VOZ 

La voz del Sonero de América, como también se conoce a Joe Arroyo, caribeña pero metalizada, de un color tan urbano como costeño, coloca su nombre junto al de los grandes cantantes de salsa, como Benny Moré o Héctor Lavoe. Su música desborda ese ritmo y se nutre del ancestral folklor colombiano a golpe de cumbias, porros y chandés, del legado musical africano en la costa atlántica y de sus propias recetas rítmicas como el joeson, el resultado de años de mezcla y fusión.

RÁPIDO DETERIORO DE SALUD 

Desde fines de junio de 2011, Joe Arroyo presentó quebrantos en su salud. A comienzos de julio de 2011 fue internado en la clínica La Asunción de Barranquilla por una crisis hipertensiva, cardiopatía isquémica y diabetes mellitus con descompensación simple.

Fallecimiento 

Álvaro José Arroyo, el Joe Arroyo, muere en la ciudad de Barranquilla, el martes 26 de julio de 2011 a la edad de 55 años./Biblioteca Banrepública.

diariodelcesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *