Gracias a mi amigo Edgard Nevárez por dejarme publicar estas palabras suyas…..
Anoche me puse a escribir algo acerca de Tommy Villariny. Me acuerdo que nos conocimos en la antigua Casa Margarida de Hato Rey donde tomábamos clases de trompeta con el Maestro Víctor Vásquez.
Al principio no nos caímos bien pero fue cosa de nada, Tommy decía que yo tenía una mejor trompeta y que adulaba de eso. Se solucionó el problema. A él lo llevaba su padre Don JC Villariny y yo llegaba en la AMA (Autoridad Metropolitana de Autobuses).Unas veces me acompañaba mi amigo Luis López y otras veces mi pana Jorge Colon Delgado. Esto fue aproximadamente para 1971, Tommy tenía 14 años y yo sobre 16. Así surgió nuestra amistad.
Si mi memoria no falla, Tommy estudiaba en la American Military Academy y yo en La Gabriela Mistral. Tommy venía de una familia musical, yo no, razón por la cual podría definirse el gran talento de Tommy; tenía un sonido natural en la trompeta y desde muy joven se interesó firmemente por los arreglos musicales, cosa que a mi no me llamaba la atención, yo era más del mundo de los negocios aunque también estudiaba la trompeta.
Con el paso de los años cada uno tomó su rumbo, yo me fui para la UPR y me gradué de Administración Comercial. Posteriormente, coincidimos tocando en diferentes grupos y en una de esas ocasiones me invita a tocar con Latin Brass que era el grupo donde él estaba tocando y arreglando. Hablé con su Director Adolfo Legrand y le expliqué que podía ser parte del grupo hasta que me fuera para Boston. Hablo de finales del año 75 o principios del 76, para ese entonces Latin Brass estaba muy activo en el ambiente, alternando con las mejores Orquestas del momento e interpretando excelentes arreglos muchos de ellos de Tommy. Ya para 1977 me mudo a Boston y empiezo a estudiar en Berklee. En Noviembre o Diciembre de ese año Tommy fue a trabajar a la ciudad con Raphy Leavitt y La Selecta. Yo trabajaba con Cesar Concepción III (QEPD) en un club llamado Horóscopo y cuando terminamos nos fuimos a ver a Tommy al Sheraton de Boston. Nos encontramos y en ese momento hablamos acerca de la posibilidad de él ir a estudiar donde quería, Berklee College of Music. Lo animé a hacerlo, aprovechando la oportunidad del momento dado que mi compañero para ese entonces culminaba sus estudios y se regresaba a Puerto Rico, así que le dije que podía ser mi rommmate; no lo pensó dos veces y para principios de 1978 viajó a Boston.
Yo vivía en 29 Custer St. Jamaica Plain y durante ese mismo año se me acerca gente de la comunidad puertorriqueña de Boston para formar un grupo que atendiera las necesidades artísticas de un Festival Puertorriqueño. Así nace La Trópica de Boston. Al principio Tommy hacía los arreglos porque yo no arreglaba aún, sólo me encargaba del negocio. Conseguí los músicos que a mi parecer tenían la misma mentalidad y motivación de nosotros, además de ser excelentes músicos. Se llamó La Trópica de Boston, tomando la idea del Club Tropicana de Cuba. Las cosas se nos fueron dando, tocábamos mucho en actividades públicas y en Universidades como Harvard, Boston University, Suffolk, U Mass. etc. La orquesta gustaba mucho entre la comunidad latina.
Fueron años maravillosos, estábamos sumergidos 100% en la música y predominaba mucho la amistad entre los estudiantes Boricuas en esa época. Cada vez que veníamos en Navidades a Puerto Rico nos juntábamos para las parrandas. Tommy me presentó a todos sus panas principalmente del área de Bayamón, incluyendo a Jerry Rivas y Nicolás Vivas. Me hizo sentir como del grupo. La Historia continúa pero ya eso será otro capítulo. Cuando decido regresar a Puerto Rico para 1984 para formar mi compañía de Producción de Comerciales, Músic Designers un día Tommy me invita a tocar con Tommy Olivencia. Después me pregunta si me quiero quedar en el grupo y yo le dije que sí. Aun teniendo negocio pero como la música era mi pasión no me importaba. Ahí empezó otra historia para mí.
Tommy Villariny y yo siempre estuvimos comunicados de una forma u otra. Con el paso del tiempo ya no tanto como antes pero si, había comunicación. El me llamaba y me decía Ed y yo le contestaba dime Tom. En el 2009 decidí volver a tratar otra vez de revivir La Trópica en Puerto Rico, el Primero que llame fue a Tommy ya que había sido mi socio. Le comente la idea y que si él quería participar, sin mediar palabra me dijo, Olvídate de Eso.
A buen entendedor con pocas palabras basta.
A finales de marzo principios de abril de este año hablé con él un rato largo. Me contaba que seguía arreglando mucho. Siempre me hablaba de su hijo Oscar y de sus trabajos con él. Era un padre muy orgulloso de sus hijos.
Tengo muchas anécdotas con Tommy.
Un día se me apareció en mi apartamento,ya yo estaba trabajando en La Facultad de Berklee y compre un apartamento en Brighton, MA. Vino a decirme que iba a ser padre por primera vez (de quien fue Oscar). Estaba muy nervioso. Nos tomamos unos cuantos Wisconsin y se calmó, después se fue. Tommy siempre fué reservado con su vida privada. Bien dificil que hablara de eso. Si el queria hablar de algo yo le escuchaba y si no también.
En otra ocasión durante una nevada regresando de una actividad, Tommy tenía un vehículo Vega y yo tenía un Gremlin. Yo estaba más adelante que Tommy pero nos perdimos en el camino. De repente, paré a preguntar y Tommy que estaba bien distante de mi se pegó del freno pero como estaba la carretera hecha hielo ‘aterrizó’ literalmente en mi carro. Qué noche esa!
Ya siendo roommates tuve un episodio de fiebre muy alta y le dije en ese momento: ‘Tommy, no me siento bien, llévame al hospital que estoy mal’. Él me dice: ‘Chacho eso no es na’. Cuando se dio cuenta que era en serio me llevó. Por poco me voy del aire.
Que si conozco a Tommy?, bueno, si en 50 años no conoces a alguien diría que no has vivido nada.
Desafortunadamente hay unos hermanos en la música que han partido del plano terrenal, Papo Brenes, Jaimito Umpierre y ahora Tommy Villariny, le doy gracias a Dios por haberlos tenido de amigos y por haber disfrutado en vida de su amistad tanto en las buenas como en las malas.
En estos momentos pues me toco escribir de Tommy. Buen Viaje.
Edgard Nevárez