Desde el día uno, la cantante chilena Catalina Ramos estaba consciente del reto que se aproximaba al decidir dedicarse al género de la salsa, uno poco popular en su país natal.
Sin embargo, nada detuvo el sueño de la joven de 26 años, nacida y criada en Chile, de explorar su talento al ritmo de esta música tropical.
Fue a sus nueve años que descubrió su amor por el canto y la interpretación. “Me gustaban los escenarios. Me gustaba esa efervescencia de subirte y no saber si ibas o no a conectar con el público; el ver su reacción. A mis 19 años decidió que definitivamente esto era lo que quería hacer en mi vida”, contó la artista.
Aunque admitió que la salsa no era un género que escuchara de pequeña en su hogar, “algo me pasaba cuando empecé a oír en la radio a Celia Cruz, cuando sonaba La India”.
Fue en 2016 que el trompetista y productor Yturvides Vilchez le hizo un acercamiento para que iniciara oficialmente su carrera como salsera.
“Para mí era cero la posibilidad dedicarme a ese género acá en Chile, pero eso fue lo que me llamó la atención, el que fuera algo atípico. Dije, bueno, ‘vamos a ver qué pasa’. Quería hacer algo diferente”, agregó Ramos, quien se cantó fanática de El Gran Combo, La Lupe, Grupo Niche, José Alberto El Canario, Gilberto Santa Rosa y Víctor Manuelle, entre otros.
Mientras, mencionó que “creo que poco a poco he podido hacer un espacio y he podido aportar, desde lo que puedo, a los salseros en Chile. No somos tantos los que decidimos dedicarnos a este género acá y poder ir abriendo puertas para que el género se comience a desarrollar, para mí es un honor… Ha sido extraño todo lo que ha pasado, porque más que aquí mismo en mi propio país, se me han ido abriendo puertas en otros lugares que no esperaba”.
Actualmente, la salsera promociona su nuevo sencillo Ríe, una composición suya y de Bobby Allende, con el que busca llevar un mensaje de alegría.
“Al encontrarme actualmente en un país que no es consumidor de salsa tradicional, he tenido que animarme a hacer mezclas. Este nuevo sencillo tiene una fusión con el género urbano, pero antes experimenté salsa con cumbia y salsa con otras cositas, para atraer al chileno y la chilena”, explicó.
La intérprete contó que “el corito me venía vagando en la mente por varios días antes de presentárselo a Bobby. Era un periodo triste. Yo creo que todos y todas hemos pasado por vaivenes emocionales durante este tiempo pandémico y al comienzo lo pensé para darme ánimo a mí misma. Pensé que podía compartirlo con alguien más que necesitara escuchar el mensaje. El tema habla de quedarnos en lugares donde el corazón se sienta feliz. A veces nos hacemos lo contrario a un favor cuando nos quedamos en lugares, con trabajos o con personas que no nos hacen realmente felices. Con esto, estamos dejando que nuestra vida se vaya”.
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