Antes del amanecer del Día de la Bandera de Puerto Rico, Sammy Marrero llegó a la sede de la Fundación Nacional para la Cultura Popular sin imaginar que se convertiría en el Abanderado 2021 de la institución cultural.
Lo llevaron Edgard Nevárez y su joven hijo, del mismo nombre, y con la previsión del uso de mascarillas, arribaron antes de las 6 am para en el patio interior ser testigo de la distinción que en efeméride tan trascendental lo inmortaliza junto a los pasados abanderados Ernesto Cordero (2009), Luz Nereida Pérez (2010), Aidita Encarnación (2011), Salvador Rosa hijo (2012), Norma Salazar (2013), Pijuán (2014), Fernando Abruña (2015), Chucho Avellanet (2016), Ivonne Coll (2017), Hermanos Sanz (2018) y Héctor Rodríguez ‘Atabal’ (2019-2020).
Tras el saludo de rigor, el director ejecutivo de la Fundación, el periodista Javier Santiago habló de la importancia de custodiar la Monoestrellada durante un año y destacó que Sammy Marrero fue seleccionado “por ser un baluarte cultural y una figura emblemática de la música”.
Acto seguido, anunció la lectura de una semblanza a su honor, que arrancó lágrimas del nuevo abanderado, quien escuchaba atento sentado al lado del podio, sin removerse la mascarilla y ocasionalmente persignándose.
“En el Día de la Bandera, del Cerro coameño canta con cadencia y sentimiento la nobleza del Jíbaro borinqueño.
Casi ocho décadas de bondadosa laboriosidad.
Su Voz ha sido, es y será su medio de sustento.
¿Quién puede impedir que durante un velorio o camino al camposanto se escuche por bocinas el estribillo ‘Nadie se atreva a llorar, dejen que ría en silencio”?
¿Qué recurso jurídico podría impedir que una madre se pregunte ‘dónde estará, dónde habrá ido’ mientras aguarda esperanzada por el regreso de su hijo de Irak o Afganistán?
¿Quién prohíbe que en una fiesta, cuando superemos la pandemia, la gente entone frente a un kareoke ‘te invito a verme actuar para que rías como los demás’?
Y ¿quién impide que muchas, muchos y muches reafirmen su respeto a la Patria repitiéndose como un credo que no es posible honrarla hiriendo a un borincano?
Nadie porque sería negar la Vida de Sammy Marrero.
La trascendencia de una Voz.
El anclaje de un Salsero en el alma del Pueblo.
El arrullo de un Trovador a la Nación…
Pregón de Resistencia.
Soneo a la lealtad.
Clave a la Perseverancia.
Bolero a la Sencillez.
Décima a la Humildad.
Trovador de la Salsa, como diría Ramito, a mucha honra y cultura.
¡Qué Dios bendiga a Sammy Marrero y Puerto Rico siempre lo aplauda con el Corazón!”
Inmediatamente después, Santiago invitó a los deudos de Héctor Rodríguez ‘Atabal’, su esposa María Laborde y su hijo Caymmi, a depositar en manos de Sammy la Monoestrellada que el fenecido maestro custodió durante dos años.
Caymmi expresó que le encantaría que su padre estuviera presente para que lo invistiera con la Bandera, a lo que Sammy, removiéndose la mascarilla, respondió con palabras de fe y esperanza que parecieron consolar al joven director de Atabal.
Arropado por la enseña nacional, en el 125 aniversario de su izamiento, Sammy articuló sus primeras palabras desde lo profundo de su alma.
“Esto para mí es… Bendito sea Dios, válgame… […] Sinceramente me siento tan… Porque mi amigo Edgard, que ha sido mi amigo siempre, cuando todos se cansaban de seguir hacia adelante, el dijo: ‘no, Sammy está entero y yo voy a estar con él’. He tenido la suerte de tener en mis momentos difíciles a Edgard y a su hijo que siempre han estado conmigo. ¿Qué más puedo hacer? Cuidar la Bandera con honor, respeto y antes que nada con el tesón que rodea a un ser pequeño de estatura pero grande de corazón”
El cartel oficial ‘Sammy Marrero, Trovador de la Salsa”, diseñado por la artista Myrta Fourquet y que engalanará el vestíbulo de la Fundación en la Calle Fortaleza, esquina con la del Cristo, se le entregó enmarcado junto a un donativo para que la parte demandada, Sammy Marrero y los músicos de su Orquesta, pueda completar la suma de $50 mil acordada con la Sucesión Raphy Leavitt ante un juez federal.
Fue un amanecer inolvidable para Sammy Marrero. La actividad, por motivos de la pandemia del Covid-19, fue íntima, solo con la participación de Sammy, Edgard y su hijo, María y Caymmi, y varios de los colaboradores y voluntarios de la Fundación.
“La Fundación reconoce tu lealtad, la hemos sentido y hemos estado contigo porque como dice la camiseta, ‘Nosotros también somos Sammy Marrero’. Es una aportación mínima que hacemos para que puedas cumplir y próximamente estés libre, aunque ya lo eres, de cantar todo lo que quieras y las nuevas canciones porque hay una historia comenzando para Sammy Marrero y sabemos que vienen nuevas canciones en tu voz”, finalizó diciendo el Director de la organización que se encuentra anclada en la hoy proclamada por muchos calle Resistencia del Viejo San Juan.