El maestro Willie Rosario “anda en conteo regresivo” para su gran concierto este sábado en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, en donde junto a su orquesta y los cantantes invitados Gilbertito Santa Rosa y Tony Vega presentarán el evento “Los 100 años de Willie Rosario”.
Mientras eso sucede, hoy jueves “Mr. Afinque” será honrado con un grado de Doctor Honoris Causa en Música de la Universidad Interamericana. El honor será oficial durante una ceremonia académica desde las 2:00 de la tarde en el Teatro del Recinto Metro.
Bueno, pues con el maestro Rosario, timbalero y director de la “Banda que Deleita” nos fuimos en un corto mano mano previo a sus dos grandes momentos de esta semana.
Usted fue militar en Estados Unidos. Tal vez de ahí viene su férrea disciplina como músico y director de orquesta. ¿Cómo fue la experiencia de ser soldado (1951) en ese tiempo de su juventud?
Para mi tiempo, ese servicio militar era obligatorio. Me llaman tras yo cumplir los 19 años. Nunca me he sentido orgulloso de haber sido parte del ejército de Estado Unidos. Viví mucho racismo y dicriminación. Estuve como dos años. Fui obligado a servir a un ejército que no era de mi País.
Se aproxima a cumplir 100 años en mayo próximo. ¿Qué tal ese detalle?
Siempre he dicho que la edad es un número, pero si la gente quiere celebrar, pues vamos pa’ encima. No hay problema.
Los actuales cantantes de su orquesta son hoy día José de Jesús, José “Machete” Díaz y Eric Robles. Pero bajo su mando y en los años de su banda ha tenido cantantes de mucho impacto en la salsa local e internacional.
Bobby Concepción: un gran bolerista, aunque siempre estaba nervioso cuando iba a grabar, pero con todo y eso hizo grabaciones fenomenales.
Junior Toledo: un gran cantante y gran compositor. Se comía la música de arriba a abajo. Mucha gente piensa y me dice que ha sido el mejor cantante que ha pasado por mi orquesta. Yo digo que no a eso cuando me preguntan. El mejor cantante de mi orquesta es el que tengo al momento.
Chamaco Rivera: grabó de “Barrio Obrero a la 15″, fue un tremendo palo. El asunto con Chamaco es que tenía una personalidad tremenda, mucha tabla, muy educado, con mucho escenario y se echaba a la gente en un bolsillo. Un tipo con simpatía fenomenal. Un gran amigo que ha viajado con su arte y talento el mundo entero.
Guillo Rivera: gran cantante. Tuvo muy buenos éxitos con la orquesta.
Gilbertito Santa Rosa: es una megaestrella. Le agradezco a Dios que Gilberto haya pasado por mi orquesta. Actualmente es una megaestrella y es el mejor sonero que ha tenido Puerto Rico, para mí y para muchos el mejor sonero de aquí. Donde quiera que va deja su huella.
Tony Vega: muy bueno. Cuando conocí a Vega estaba con La Selecta y entonces entró conmigo. Grabamos grandes éxitos como “Mi amigo el payaso”, “El timbal de Carlito” y otros. Esa combinación con Gilbertito y Tony fue un gran acierto.
Primi Cruz: una gran voz. Muy buen cantante. Su tema “Anuncio clasificado” es de usted y tenga.
¿Y esos primeros meses de vida en Nueva York para un jovencito de cuna humilde de Coamo?
Ir a vivir a Nueva York con 18-19 años tan pronto terminé mi cuarto año escolar en Coamo cambió mi vida. Yo nunca había ido a San Juan, lo vine a hacer cuando era soldado. No había salido de Coamo. Mientras, en Nueva York jamás olvidaré cuando de adolescente salí a la calle y vi mi primera nevada. Todo con charcos y fango a los lados de las calles y aceras. Otro cosa que no olvido es ver tantos carros estacionados al lado de las aceras en esas grandes calles… Si en Coamo cuando yo me criaba ni diez carros habían. Imagínate.
¿Y cómo le fue con eso del inglés?
En la escuela en Coamo, cuando yo estudiaba, la mayoría de las asignaturas eran en inglés. Biología, física, matemáticas, historia, etc… Y yo salí con ese inglés de escuela. Lo hablaba a mi modo, tal y como lo sentía. Claro que con su acento, pero era bueno poder tener dos idiomas. No me fue mal. Pude salir a flote, yo hablaba inglés como esos políticos que lo hablan pateao, con acento.
Usted fue locutor de radio, hizo programas y entrevistas de farándula y fue locutor de noticias en Nueva York.
Estudié comunicaciones e hice una especialidad en periodismo radial. Trabajé en Radio WADO en NY y con eso, gracias a Dios, pude mantener a mi familia. Eran dos turnos, a las 7:00 y a las 11:00 de la noche. Alternaba este trabajo con la música. Al principio, cuando uno no tiene nombre era difícil conseguir contratos musicales en Nueva York, pero al tiempo tuve que dejar la radio y dedicarme a la orquesta a tiempo completo. Entonces cuando pegamos en Puerto Rico los temas “De Barrio Obrero a la 15″ y “La cuesta de la fama” decidí mudarme a la Isla y mantener mi orquesta aquí. Eso fue en 1973.
¿Qué es la salsa?
Yo sostengo que no es un género. La salsa es una especie de sombrilla en donde podemos ubicar ciertos ritmos que antes hacíamos y tenían sus nombres propios. Yo decía, ‘voy a tocar un guaguancó, un son, un boogaloo, un chachachá o un mambo…’. Ahora toco una de esas cosas y lo acomodamos bajo el nombre de salsa. Con ello, cubro todos esos géneros con algo que llamamos salsa.
Usted no es es de esos timbaleros que como que quieren romper los palos y el instrumento. Toca tranquilo, sin mucho aspaviento.
Empecé tocando batería en Nueva York y luego toqué timbales con Noro Morales, Quijano, Adelmaro Romero, con Johnny Seguí y muchos otros. Y mira que di solos de timbales, como dos millones. Pero yo seguía instrucciones, lo que me indicaba el director de la banda. Yo era un simple músico y tocar y descargar era lo ordinario en las orquestas en una época dado. Pero, cuando hice mi banda siempre pensé en el bailador, en no molestar su entrega, sus pasos, en evitar eso de darle duro al timbal, llamar la atención y descargar. El grupo y su prioridad era que se bailara bien y antes se bailaba mucho en Puerto Rico. Mira, ya existía Tito Puente. El mejor timbalero del mundo. Yo siempre iba a ser un segundo timbalero detrás de él, por ejemplo. Así que me dediqué a lo mío, a mi estilo y hoy día solo a un timbalero le dicen “Mr. Afinque”. Pues entonces hice algo bueno.
Dos músicos que usted admira.
El mejor músico, para mí, que ha dado Puerto Rico se llama Tito Puente. Y el segundo gran músico de mi país se llama Lito Peña. Esos dos han sido los grandes exponentes y los dos músicos más grandes que ha dado esta Isla. Otro que destaco que es un genio es Bobby Valentín, sin dudas el mejor arreglista salsero que ha dado Puerto Rico.
El saxofón barítono es su toque de fábrica particular en su banda. La gente que lo escucha ya lo asocia al afinque de Willie Rosario. Ese sonido particular de su orquesta inició con la grabación del LP “Two Too Much” (1968).
Con mi banda yo estaba en un momento buscando esa identidad, ese sonido de nosotros. Tenía mis trompetas y no quería añadir trombones que era lo de la época. Para inicios de los 60 estuve tocando como sustituto con el grupo de Herbie Mann. Fuimos a tocar al club Blue Note y esa noche, un saxofonista barítono llamado Gerry Mulligan estaba en el escenario. Era la época del bossanova acoplado a los ritmos latinos. Y vi cómo Mulligan acoplaba su sonido del sax a los acordes del piano y el bajo. Y eso me cautivó. Ese sonido fue el que pensé que debía tener en mi banda. Fui a donde Bobby Valentín para que me hiciera arreglos y lo noté que estaba un poco dudoso, pero al final lo consideró y me hizo los arreglos para el barítono. Hoy día la mayoría de las orquestas lo utilizan. Pero, por ahí comenzó todo.
Raymond Pérez