El panameño Rubén Blades abrió este Viernes su gira en suelo dominicano con un concierto en el Pabellón de Volleyball del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte con «Plástico», la emblemática canción que grabó con Willie Colón.
«Salswing Tour», titulo que da nombre al concierto, está sustentado en su huella artística de más de 50 años en la música.
Acompañado de una acoplada orquesta del maestro Roberto Delgado, el laureado artista encontró de inmediato la complicidad de un público que le tributó una gran ovación cuando asomó al escenario.
Con las canciones «Palomilla», «Decisiones» o «País portátil» plantó su bandera, logrando que la multitud le hiciera el coro.
La puesta en escena de Rubén Blades cuenta con una proyección visual en la que muestra personajes. En los primeros minutos del show, que comenzó a las 9:00 p.m.,recordó entre otros, a los fenecidos Cheo Feliciano y a Johnny Pacheco, Tito Puente y Celia Cruz.
Emotivo
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando el artista rindió un tributo a destacados artistas dominicanos fallecidos al interpretar la canción «Todos vuelven». En la pantalla que estaba detrás de él se proyectaron las fotografías de los fenecidos, Johnny Ventura, Cheché Abreu, Joseíto Mateo, Sonia Silvestre, Luis Días, Johnny Pacheco, Anthony Ríos, Luisito Martí y Víctor Víctor.
El público ovacionó al artista por el homenaje póstumo, lo cual sin duda sorprendió a la multitud que llenó por completo el recinto.
Sobre la puesta en escena
«Pedro Navaja», «Las calles», «Amor y control», «Mambo Gil», «Maestra Vida», «Patria» y el aplaudido homenaje al fenecido Héctor Lavoe con la interpretación de «El Cantante», fueron algunas de las canciones que formaron parte de la crónica social de la noche.
Rubén Blades, también conocido como el Poeta de la Salsa, expresó su agradecimiento al público por el apoyo que ha recibido a lo largo de su carrera de figuras que marcaron su vida, como Pete Conde Rodríguez, Richie Ray, Bobby Cruz, Ismael Miranda y Roberto Roena.
Dedicó un recordatorio especial a su amigo, el trombonista y productor musical Willie Colón, con quien protagonizó momentos cumbres en la industria de la salsa. Esta histórica alianza marcó un antes y un después en el género, así como en sus respectivas carreras, con el lanzamiento del álbum «Siembra» (1978), que se convirtió en el disco más vendido del sello Fania All Stars y es considerado el más vendido en la historia del género.
A pesar de que la acústica del lugar no es buena, la banda del maestro Roberto Delgado demostró su talento con acordes musicales perfectamente sincronizados. Aproximadamente a las 10:30 de la noche, Blades se tomó un breve descanso (tiene 75 años de edad) y dejó a sus músicos, quienes exhibieron su destreza y creatividad con una actuación que mantuvo la fiesta en marcha.
Rubén Blades también dedicó unos minutos para compartir la noticia del fallecimiento el viernes de su entrañable amigo, el ganador del Grammy, el ingeniero Jon Fausty, responsable de innumerables éxitos musicales de «La Fania All Stars».
En sus breves pero acertados comentarios, el cantautor, actor, activista social y abogado siempre habla del contexto en el que creó sus canciones, sin que esto alterara el ritmo de su concierto.
Como es costumbre, Blades no necesita de la parafernalia en la que otros artistas suelen apoyarse. Vestido impecablemente de gris, con un sombrero negro y zapatos de dos tonos (blanco y negro), recorrió el escenario durante dos horas y media, tiempo durante el cual dejó satisfecha a la multitud que abandonó el recinto con una grata satisfacción.
La multitud, que según las estimaciones de los organizadores, era de alrededor de 5 mil personas, mostró un comportamiento ejemplar. «Esta será una gran noche; aquí no tendremos a un público inmaduro», proclamó una señora mientras ingresaba al recinto. Y así fue. Disfrutaron de la actuación, bailaron, corearon las canciones y tomaron sus teléfonos celulares para capturar el histórico momento con su ídolo.
Severo Rivera