Santo Domingo.- Alrededor de 50 mil personas asistieron al concierto Entre el mar y palmeras, de Juan Luis Guerra y 440, realizado en el Estadio Olímpico, en el que celebró sus 40 años de trayectoria artística, junto a importantes invitados, entre ellos, Maridalia Hernández y Mariel Mercado, quienes fueron parte de la fundación de esta orquesta.
«Buenas Noches Santo Domingo! ¡Gracias por tanto cariño! ¡Que Dios bendiga a la República Dominicana!
Justo a las 9:37 de la noche se apagaron las luces y el Estadio Olímpico se iluminó de colores brillantes, bajo el majestuoso video que estaban a punto de sumergirse una noche especial.
De inmediato, la ya legendaria 440 rompe la barrera del sonido con una explosión de trompetas, saxofones, trompones y percusión; llegó “Rosalía”. Juan Luis Guerra no se hace esperar y hace su entrada justo por el centro del escenario. Inició con las canciones La Travesía, La Lleve De Mi Corazón y Vale la Pena.
«Buenas Noches Santo Domingo! Sean todos bienvenidos a este hermoso tour de Entre Mar y Palmeras». Con estas breves palabras, Guerra y sus 440 continúan una ruta ascendente y le toca el momento a su más reciente sencillo: DJ Bachata. El coro no se hizo esperar, resaltando la acogida inmediata que tuvo ha tenido esta elegante canción, incluida en su reciente EP “Radio Güira”.
Ya para este momento, estaba claro que el artista y su público estaban en perfecta sintonía. Es el momento en que llega el primer invitado de la noche: Fonseca. Juntos, interpretan la hermosa y cálida bachata “Si Tu Me Quieres”. Fonseca es despedido con cariño por todos los dominicanos.
¿Cuantos quieren bailar Salsa…? Y a seguidas ya están todos de pie, bajo los efectos de un popurrí de las salsas más aplaudidas en la historia musical de Guerra. Le sigue el Niagara en Bicicleta y no quedaba un alma sentado. El baile y las sonrisas eran el común denominador de la esta noche. Y seguían las entradas sorpresas: Con una evidente satisfacción fueron invitados a subir al escenario Pavel Núñez, Techy Fatule, Alex Ferreira y Melymel, para interpretar una sublime e íntima versión del clásico “Amor De Conuco”, junto a Juan Luis. Un momento muy agradecido por los presentes, que regalaron a los jóvenes artistas unas calurosas ovaciones.
Sin dar mucho espacio al silencio, Juan Luis convoca uno de sus hits más emblemáticos a ritmo de merengue: Para ti. De nuevo, aplausos, bailes y un Estadio Olímpico cantando unísono. Le toca luego a un momento siempre esperado: El popurrí de esas bachatas con las que Latinoamérica fue cautivada por este dominicano. No hubo espacio para tregua, cada estrofa fue coreada y bailada hasta convertirse la noche en un coro de corazones, sin sospechar que se avecinaba uno de los momentos más emotivos e icónicos de la noche.
4-40 en escena
Se escuchan los acordes inconfundibles de otro clásico: “Tu” y es el momento en que son recibidas Maridalia Hernández y Mariela Mercado, para formar la armonía perfecta, de esos 4 muchachos que hace casi 40 años iniciaron un camino incierto hacia el éxito en la música. Demás está decir que ya no cabía mas algarabía en el estadio. Nostalgia, amistad y la complicidad de siempre. Pero faltaba más. Justo después, sube a escenario la siempre admirada Adalgisa Pantaleón, para interpretar una impecable versión de “Abeja En Panal”.
Y claro: no podía faltar el momento en que la 440 se deja sentir, presentando una versión percutiva de “La Gallera” con impresionantes solos de sus integrantes, dirigidos magistralmente por Janina Rosado. Este momento es aprovechado por Juan Luis Guerra para un rápido cambio de vestuario y un breve y merecido respiro. Y breve, porque lo que faltaba aún era mucho.
Con los primeros toques de “Visa para un Sueño” llegan los invitados con más swing del merengue: Los Hermanos Rosario. La sorpresa y el desborde de algarabía llegó a su máxima expresión, cuando Rafa, Luis y Tony se adueñaron de la atención con una divertida y vibrante interpretación “La dueña del swing”.
Seguido se ve en todas las pantallas, la intro del más reciente hit de Juan Luis Guerra y ya no hay pies ni manos ni garganta que se resista. Es el turno de Mambo 23. Rebosan las pantallas de las vibrantes imágenes de este merengue mambo que revolucionó una vez más la música dominicana. Simplemente avasallante escuchar esta canción en vivo. Le siguen otros iconos de su carrera: Costo de La Vida y Ojalá que Llueva Café para recibir al último invitado de la noche: Vicente García. Lo que se esperaba: Todos de pie para bailar la canción que unió a Vicente y su “tio musical”: Loma de Cayenas. Complicidad y cariño fueron evidentes, entre estos artistas y el público que los aplaudió fervientemente.
Sin tregua, le siguen El Farolito y Las Avispas, con la suficiente fuerza y energía para cerrar una noche donde un poco más de 20 éxitos se habían adueñado de todos. Aquí Juan Luis y la banda intentan despedirse, sin éxito. ¡Bajo una ensordecedora petición de “Otra! Otra! Otra! El artista vuelve a escena y consuma su histórica presentación de este 10 de febrero: A Pedir Su Mano, Bachata Rosa y el cierre que deja a todos felices y satisfechos: La Bilirrubina. Entran los invitados, se ven pelotas iluminadas por todos los lados, todos sonríen y se abrazan, dando por terminada otra noche más para la historia más hermosa entre un público y su artista: Juan Luis Guerra vuelve a sellar su cariño con su pueblo. Simplemente espectacular.
A Resaltar:
La apertura del concierto estuvo a cargo de «la mamá del Rap», Melymel. Con un carisma único, la intérprete urbana conectó de inmediato con un público que cantó y vibró con ella. Sorprendió la presencia de Mozart La Para, quien junto a ella terminó de prender el escenario.
De inmediato, DJ Korduroy asume los controles, presentando una ecléctica y variada selección de mixes de canciones de Juan Luis Guerra. Su participación es parte inicial de Entre Mar y Palmeras, recibiendo aplausos y alegría de parte de todos.
La producción del concierto, a cargo de Saymon Díaz y el equipo de SD Concerts lució impecable. Accesos, áreas de alimentos, seguridad. Todo en perfecto orden.
Para los accesos, se crearon espacios temáticos, con llamativas decoraciones relacionadas a la música de Juan Luis Guerra. Temas como “Ojalá que llueva Café”, Bachata Rosa, Mambo 23 y como eje recurrente la línea grafica de Radio Güira, daban una experiencia divertida y diferente mientras los asistentes accedían a sus áreas. Otro punto a favor de una producción que se toma muy en serio el ofrecer una experiencia 360.
Tanto el sonido y las luces fueron los otros protagonistas de la noche. Un sonido simplemente sobre acogedor fue tomando forma paulatinamente, llenando cada espacio del coloso Estadio Olímpico, pudiendo ser disfrutada la música de Juan Luis Guerra en cada rincón del Estadio. Las luces tomaban el ritmo indetenible de cada canción, dibujando con formas y colores el universo sonoro de Juan Luis Guerra y 440.
Eldia