Disfrutar del virtuosismo de Eddie Palmieri siempre es exquisito. El llamado ‘Sol de la Música Latina’ -igual que el vino añejo- haciendo galas de excelencia con su longeva carrera musical. Una vez más deleita con su arte –en esta ocasión a son de jazz latino- destacándose junto a su gente y su Puerto Rico.
Eddie Palmieri y su Afro-Caribbean Septed cerraron la primera noche del MasterCard Jazz Fest 2023 escenificado en Coca-Cola Music Hall en San Juan, dejando la tarima encendida. Acompañado por los músicos Luques Curtis (contrabajo), Jimmy Bosch (trombón), Iván Renta (saxofón alto), Brad Mason (trompeta), Johnny Rivero (tumbadoras) y Camilo Molina (batería); el septeto dirigido por el veterano pianista de 86 años, repartió clases magistrales de jazz latino.
Iniciando con las clásicas introducciones a las que nos tiene acostumbrado, el creador de ‘Vámonos pal’ monte’ rápido captó la atención con la pieza ‘Noble Cruise’. Una conversación musical entre Palmieri (piano) y Curtis (contrabajo) fue creciendo el afinque de ambos instrumentos para servir de chispa y encender a los espectadores. Aguerridas improvisaciones ejecutadas por Bosch (trombón), Renta saxofón alto) y Mason (trompeta) alertaron la poderosa fuerza de los metales. La armonía y sonido de la combinación de la sección de vientos lució implacable. No podía faltar la sabrosura del solo del maestro del piano, que sigue impartiendo improvisaciones ‘a la carta’ con su elegancia y ricura de siempre. Finalmente, pidió ayuda del público a que marcara la clave con sus manos para dar paso a un solo de Curtis (contrabajo).
Antes de continuar con la presentación, destacó la presencia entre el público del cantante Andy Montañez, de quien habló loas. Mencionó que también su hermano Charlie, distinguía el talento de Andy; y que ambos siempre han distinguido y respetado a Rafael Ithier y su Gran Combo. Aprovechó el momento para igualmente saludar a Jerry Rivas. Con otra extraordinaria introducción en las blancas y negras abordó el corte de su autoría, ‘Adoración’. Tras otro sensacional destaque de Bosch, Renta y Mason, el pianista se levantó y tiró unos pasitos mientras Curtis (contrabajo) improvisaba. Rivero (Little Johnny) lanzó un solo de tumbadoras como preámbulo a la culminación de un tema fenomenal.
Entre tema y tema mantuvo siempre interacción con el público, brindando anécdotas, datos y comentarios jocosos. ‘La libertad’ fue la tercera propuesta. En esta ocasión fue una introducción rítmica a cargo de Molina (batería) dando paso a las tumbadoras de Rivero; y una ronda de improvisaciones impresionantes de los metales. Fue un verdadero manjar ver y escuchar a los boricuas Bosch (trombón) y Renta (saxofón alto) quienes han marcado pautas de excelencia en Nueva York desde hace varios años.
Con destaque de extensa duración, cada corte arrojó pasiones del público que se gozó cada nota y cada improvisación.
Narrando sobre la primera vez que grabó el tema ‘Azúcar pa’ ti’ el compositor y arreglista puso broche final a la primera noche del festival jazzístico dedicado al saxofonista puertorriqueño Miguel Zenón. Brillantes improvisaciones intercaladas de la línea de metales desató un ambiente de algarabía en el recinto. Con un solo de Curtis (contrabajo) como base, Palmieri aprovechó el instante para sumergirse poco a poco con su piano hasta adentrase en un solo sensacional; con su estilo, pasión y entrega. Sin duda, una extraordinaria noche, viendo a ‘al hombre de la barba’ tocar magistralmente a los 86 años. Viva Palmieri.
Bravo por Edmar Castañeda y su cuarteto –
La apertura de la velada musical estuvo a cargo del arpista colombiano Edmar Castañeda y su cuarteto, quien dejó claro su dominio y habilidad. La pieza ‘Battle of Faith’ permitió una extraordinaria introducción a Castañeda, que hipnotizó a los presentes con su estilo, técnica y sonoridad. Acompañado por Shiomi Cohen (saxofón) y Rodrigo Villalón (batería), el arpista puso una pizca de fusión jazzista.
Natural de Bogotá, el músico radicado en Estados Unidos recordó que cuando llegó de su país, comenzó a estudiar a los grandes jazzistas y se topó con la figura de Jaco Pastorius (bajista norteamericano 1951-1987) y quedó impresionado con su talento. Tanto fue la influencia de su música, que le compuso el tema ‘Para Jaco’ con el que engalanó una vez más, el escenario. Castañeda inició la pieza con una introducción en que tocó el arpa como si fuera un bajo, al son de ‘funk’, desatando un sonido espectacular y elocuente por su rapidez al mover sus dedos sobre las cuerdas. Estuvo respaldado hábilmente por improvisaciones y sonido mágico de Cohen (saxofón) y excelente solo de Villalón (batería).
Luego de contar como engalanó y conquistó a su esposa –la cantante Andrea Tierra- le propuso entrar a escena para completar el cuarteto y presentar el tema ‘Piedra y camino’ donde con voz melodiosa, dulce y fascinante deleitó. Con solo el acompañamiento del arpa, la vocalista dio rienda a su sutil voz. La pieza funcionó de aliciente para bajar las revoluciones rítmicas.
Saxofón y batería volvieron a unirse con el arpa para acompañar a la cantante que con unas palabras instó a mayor solidaridad con América Latina y la visión de lograr una América unida. Repleta de sentimiento y un empleo brillante de voz, regaló ternura. Recibió la acertada aportación del saxofón de Cohen en una pieza genial.
Castañeda volvió a embrujar con el arpa en la pieza ‘Agua fresca’ demostrando una vez más, dominio, brillante técnica, velocidad e improvisaciones exquisitas. Recurrió nuevamente a invitar a escena a su esposa para el deleite de lo que sería la última pieza, ‘My Favorite Things’. Emocionada tras, entre sus visitas como turista, poder presencial un espectáculo de plena en Santurce, elogió la ricura del folklor nacional. Dijo quedar fascinada por la amplia gama cultural de Puerto Rico y la hospitalidad de su gente.
La canción sirvió de cierre y momento para presentar a su hija e hijo, quienes entraron a escena y tocaron el arpa y las maracas respectivamente. Ante los aplausos y aceptación del público, el cuarteto y los niños se unieron y despidieron del soberano.
Posteriormente, el arpista regresó en solitario a escena para regalar un tema adicional, ‘Hechos’; pieza hermosa para reflexionar inspirada en el apóstol Pablo. Antes de interpretar el tema, Castañeda dio gracias a Dios por otorgarle talento para tocar el arpa; y por las bendiciones que brinda a su familia.
Edmar Castañeda y su cuarteto, un destacado encuentro de arpa y jazz, sin olvidar las raíces folklóricas y sudamericanas.
Fundación Nacional para la Cultura Popular