Si hoy el cantautor panameño Rubén Blades volviera a contemplar el retiro de los escenarios tal y como lo pensó en el 2016 puede estar seguro que su obra musical jamás tendrá fecha de expiración. El legado del cantante, músico, compositor, abogado, profesor y activista es inmortal. Blades se coloca cualquier “zapato” y logra pisar fuerte en cada una de sus facetas.
El compositor siempre ha sido grande con sus letras de contenido y crítica social, con su musicalidad, con estilo único en el género de la salsa y con sus composiciones que reflejan la vida y documentan la humanidad. Sin embargo, cuando el cantautor llega a un escenario simplemente es un maestro excepcional y quienes asistieron , al Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot confirmaron una vez más la grandeza del laureado artista.
Blades presentó su concierto “Salswing!”, por espacio de cinco horas en un espectáculo de calidad musical de principio a fin. Interpretó 41 temas en español e inglés. El título de su gira es en honor a la producción “Salswing!” con la que ganó en el 2021 dos Latin Grammy, en las categorías de Mejor álbum del año y Mejor álbum latino tropical.
Recorrido musical
El veterano intérprete hizo un amplio recorrido musical de su trayectoria al recordar las fechas exactas e interpretar temas desde sus inicios hasta el presente. Incluso cantó temas de la década de 1960. Demás esta decir que Blades es un profesor de la clave, del “swing” y de otros géneros tropicales, y si a ello se suma estar acompañado por la orquesta de Roberto Delgado se trata de un banquete único y memorable con arreglos de sexteto y de Big Band.
Blades arrancó el concierto con el clásico “Caminando” y de inmediato estableció la referencia de cantar desde Puerto Rico con la mención de Richie Ray y Bobby Cruz, seguido por el nombre del actor Benicio del Toro.
”Lo primero que tengo que hacer es dar gracias a ustedes por estar en tiempos difíciles aquí. Que me reciban nuevamente… hace tres años estuvimos aquí en una noche muy especial. De verdad muchas gracias porque ustedes no necesitan importan talento y que me reciban es un honor”, saludó el artista, que mostró su jocosidad durante toda la velada musical.
Inició con la dedicación especial a su hermano del alma, el fenecido Cheo Feliciano, momento emotivo del concierto. Interpretó los temas “Guaracha y Bembé”, “La Palomilla” y el bolero “Aunque tú no me quieres”.
El reconocimiento al cantante de los cantantes, Héctor Lavoe, fue otra mención que merece ser recordada. El artista aseguró que Lavoe es “irremplazable”, justo antes de interpretar el éxito “Pablo Pueblo”. De igual forma afirmó que el mejor compositor del género fue el puertorriqueño Tite Curet Alonso y lo honró al interpretar uno de sus clásicos “Plantación Adentro”, con la que provocó que el público se parara de sus asientos por primera vez en el concierto.
El clímax del concierto sin duda alguna fue la interpretación completa del disco “Siembra” lanzado en el 1978 con su homólogo el puertorriqueño Willie Colón, bajo el sello discográfico Fania. Blades y Colón crearon uno de los binomios más exitosos y poderosas del pentagrama latino. El álbum “Siembra” es la producción discográfica más vendida en el género de la salsa.
Por primera vez, el cantautor interpretó los siete clásicos de forma consecutiva tal y como se posicionaron en la icónica producción. El primer tema fue “Plástico”, seguido por “Buscando guayaba”. Para el clásico “Pedro Navaja” invitó al maestro y músico puertorriqueño Luis Perico Ortiz. Luego interpretó “María Lionza”, “Ojos”, “Dime” y “Siembra”. El compositor hizo un breve resumen de cómo se concebió el disco, que fue rechazado en un principio por algunos ejecutivos de la industria musical en Nueva York.
El otro momento culminante del “show” llegó con los éxitos de la producción “Buscando América” y Seis del Solar. El poeta de la salsa optó por iniciar el segmento con el clásico “Decisiones”, incluyó “Cuentas del alma” y “Amor control”. La audiencia estuvo de pie en todo momento cantando y bailando los clásicos. Sobre el tema “Amor y control” destacó que estuvo dos años sin poderla interpretar por el significado emocional que tenía en su vida. Le dedicó el tema a una familia que atraviesa la enfermedad del cáncer.
El artista hizo varias reflexiones durante el concierto provocando la interacción del público. Una de ellas fue que explicó sus razones para estudiar leyes en su país natal, ya que la educación es libre de costo en Panamá. Luego dijo que se costeó su carrera en la Universidad Harvard. Su reflexión fue dirigida a los jóvenes al enfatizar que no importa de donde se provenga ni las circunstancias, “ya que los destinos no se heredan, se hacen”.
Por otro lado, el tema “Juan Pachanga” fue uno de los más aplaudidos de la noche y del disfrute de la audiencia al integrar dos solos de parte de los músicos de la audiencia. Los otros tres clásicos que provocaron un coliseo de pie fueron “Tiburón”, “Patria” y “Maestra vida”. Con “Patria” se pintó el escenario con nuestra monoestrellada.
En fin, que al cantautor le queda mucho por aportar sobre los escenarios. Son pocos los artistas que presentan un concierto de cinco horas cantando en vivo. ¡Blades simplemente es una leyenda!
Damaris Hernández Mercado